05 marzo 2009

GSF

Hola amigos viajeros

Hace poco, mi amiga Inma utilizaba un ingenioso juego de palabras para referirse a las ONGs, Fundaciones y Organizaciones varias sin ánimo de lucro, para denunciar una realidad que muchos ignoran y que otros tantos aprovechan para sacarle los cuartos al prójimo, haciendo que caigan en el mismo saco santos y pecadores.

Últimamente he visto como ha crecido descomunalmente, o al menos soy más consciente cada día, una ONG en particular: GSF, Guarros Sin Fronteras. Nos quejamos de lo guarro que está Madrid en comparación de otras capitales europeas, pero es que somos unos guarros. Afortunadamente, he estado en algunas de esas capitales europeas y, por ejemplo, en Londres no se ve un gran número de papeleras en la calle (más bien todo lo contrario) y no se ve una ciudad sucia.

Cierto es que los servicios de limpieza dejan mucho que desear, pero es que los demás no colaboramos: escupimos, orinamos, dejamos a nuestras mascotas campar a sus anchas y, por si fuera poco, compartimos con el mundo lo que no queremos: muebles, colchones, paquetes de tabaco vacíos, colillas, papeles de caramelos, chicles con y sin (especialmente sin) envoltorio...

Creo recordar haber leído en un periódico que ensuciar las calles nos va a costar pagar una multa. A ver si es verdad, pero que se cobre en el momento, que es cuando duele y si no se tiene el dinero de la multa, que los agentes acompañen al infractor al banco a sacarlo. Eso sí, con ese dinero, que aumenten también los servicios de limpieza para ayudar a los ciudadanos a que la ciudad esté limpia, a que haya más contenedores para los distintos residuos...

Y no digo nada de esos domingueros que, salen una vez al campo, y en vez de recoger los restos de latas, botellas, envoltorios... lo dejan todo por ahí, que ya lo taparan los matorrales. Pues no he discutido veces con mis amigos cuando de pequeños íbamos al campo y me tiraban las latas de mejillones al suelo. Unas veces conseguía que lo recogieran y otras me tocaba a mi. Vale que es un engorro cargar con la basura de vuelta, pero más engorro es que no puedas salir la próxima vez, que se corte uno de tus hijos con una lata oxidada, que se provoque un incendio...

En fin amigos, utilizad las papeleras y reciclar todo lo que podáis, que nosotros no lo veremos, pero nuestros hijos, sus hijos, los hijos de sus hijos... tienen que seguir viviendo de momento en este nuestro planeta.

Hasta la próxima viajeros

1 Reseñas:

Anónimo dijo...

Ceniceros que se vacían al ladito del coche, aceras mojadas y con tierra de haber regado las macetas, cigarritos a pies de las terrazas de las personas que fuman y les da pereza limpiar los ceniceros, candidatos firmes a entrar a GSF gracias a sus pintaditas allá por donde pasan, pipas en el suelo en los parques, porque son biodegradables, claro. En fin que a esta ONGta tristemente la sobran personas afines a su propósito.

 
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