Y van tres!!

Hola amigos viajeros

Bueno, un paseito corto que es muy tarde y no son horas de salir a pasear, y menos con la que ha caído, que estarán todos los caminos embarrados. Espero que os guste.

Hace tiempo, cuando se despidió un compañero del curro, escribí un correo diciendo, como no podía ser de otra manera viniendo de mi, tonterías porque era el tercero en el mismo día que anunciaba que se iba: que si no hay dos sin tres, que sin el tres no habría ofertas al 3x2, o no existiría el estrés... Vamos, las típicas tonterías que el que me conoce lo acepta por ser yo y vosotros que viajáis conmigo os empezáis a dar cuenta.

En fin, que me voy por los cerros de Úbeda. Dentro de un rato mi hija María se despertará y descubrirá, aunque ya lo sabe, que hoy es su tercer cumpleaños. Madre mía, 3 años han pasado ya. Todavía no, realmente, porque nació a eso de las 11 de la mañana, si mal no recuerdo que seguro que sí, pero al fin y al cabo, hoy 20 de mayo de 2011, mi hija cumple 3 añitos.

La verdad es que han sido 3 años duros. Hace poco una compañera, al volver de la baja por maternidad me dijo: "Nadie me había dicho la verdad de lo que es esto" Y yo le respondí: "¿Cómo que no? Os lo dije desde el primer día que nació María" Y es que han sido 3 años (bueno, quizás un poco menos, pero muy, muy poco) en los que hemos dormido muy poco, yo algo más, pero Elena ha tenido noches, muchas y muy seguidas, en las que ha dormido 2 horas escasas. Y aunque yo le decía que me despertara para que me ocupara yo, no lo hacía y se encargaba ella, noche tras noche y día tras día.

Pero todo esto se olvida, a pesar de que María (y su hermana) se empeña en recordárnoslo todos los días. Sin embargo, me basta recordar cuando salió del quirófano en la incubadora para ir a la sala de neonatos y la vi por primera vez, o cuando me fui, hasta que Elena salió de recuperación a la sala de neonatos y la tuve en mis brazos un rato, sin saber muy bien como cogerla, y mirándola de arriba a abajo para que cuando viera a su madre le contara lo preciosa que era nuestra primera hija.

Sin lugar a dudas, el mejor regalo que le van a hacer a mi hija es tener de nuevo con nosotros a su prima Clara, después de haber pasado por... como lo voy a saber si ni los médicos lo saben... El caso es que hoy, con un poco de suerte, le darán el alta y volverá a casa, y si bien hoy a lo mejor no la vemos, al menos sabemos que está de vuelta.

Ale, os dejo que me voy a llorar un rato, que la música de La Traviatta me embriaga (lo siento, no lo encontré en español)

Hasta la próxima viajeros