Post Londinium

Hola amigos viajeros

Pues ya está, ya hemos vuelto de nuestras minivacaciones en Londinium, que le vamos a hacer, como ya os dije una vez, todo tiene un fin, menos las salchichas, que tienen dos (y los plátanos y los roscones de reyes y los mikados y...)

Han sido 4 días bastante intensos. Empezamos el viernes a las tres y media de la madrugada para estar listos a las cuatro y media cuando nos viniesen a buscar los amigos para irnos al aeropuerto, donde tuvimos suerte, facturamos pronto y nos fuimos a la cola para intentar conseguir un buen sitio. Desde entonces no hemos parado, Londinium es una ciudad enorme, con un montón de cosas para ver, un montón de calles para pasear, un montón de actividades para hacer, un montón de montones de todo.

Como en ocasiones anteriores, hemos paseado por zonas desconocidas hasta entonces, como los jardines de Kensington, Hyde Park y la fuente en memoria de Lady Di, donde para horror nuestro, los niños se bañaban animados por sus padres bajo una temperatura de 12 o 14 grados (quizás alguno más, pero no muchos más, nosotros íbamos bien abrigados), el inacabable mercado de Camden Town en domingo... Como todas las veces que he ido a Londinium, es un placer estar allí y simplemente pasear.

Pero lo mejor de todo, como siempre, ha sido la compañía: hemos estado en Londinium con los amigos, hemos redescubierto las zonas que conocíamos con sus ojos y nos hemos reído mucho, muchísimo. Y aunque a veces, encontrar cosas que nos apetecieran a los 8 no ha sido posible, no ha importado, cada uno hemos hecho lo que nos apetecía en ese momento y nos hemos vuelto a juntar después para compartir las experiencias vividas.

Lo peor ha sido volver y descubrir que Ángela y María, sobre todo María, nos ha echado más de menos de lo que creíamos. Ante la escena de hoy, nos hemos planteado si volveremos a ser capaces de dejarlas "abandonaditas" en brazos de sus abuelos y sus tíos... cachisenlamarsalá, mira que somos malos padres.

Hasta la próxima viajeros