14 noviembre 2010

Atraco a las 3 y media (plusminus)

Hola amigos viajeros

El señor Azul llega a casa de sus padres. Encuentra la llave echada, lo que le hace saber que no hay nadie en casa, ya que sus padres echan la llave cuando no están. Abre la puerta y entra tranquilamente, pero de repente oye un ruido y por el rabillo del ojo ve, a través de una puerta entreabierta, un joyero tirado en el suelo.

Silbando para disimular, sale, vuelve a cerrar con llave y baja a la calle desde donde llama al cuartelillo de la Guardia Civil:
- Buenos días, ¿policía?
- No caballero, se ha equivocado, esto es la Guardia Civil - le responde el agente Germán Cillado.
- Uhm... bueno, creo que valdrá.¡¡Han entrado a robar en mi casa!! Bueno, en mi casa no, ¡¡en la de mis padres!!
- ¿En que quedamos, en su casa o en la de sus padres? No me maree que no vamos.
- En la de mis padres, en la de mis padres!!
- Vale, deme la dirección que vamos p'allá.
- Calle de Casa de mis padres. Les espero en la calle.
- En 15 minutos estamos allí

Pasados los 15 minutos, el señor Azul empieza a pensar que lo mismo no vienen, así que vuelve a llamar:
- Buenos días, ¿policía?
- No caballero, se ha equivocado, esto es la Guardia Civil - le responde de nuevo el agente Germán Cillado.
- Ya... vale. Les he llamado hace 15 minutos porque están robando en casa de mis padres y han dicho que vendrían en 15 minutos.
- Deme la dirección y en 15 minutos estamos allí.
- Eh... Calle de Casa de mis padres...
- Pues ahora mismo vamos p'allá.

Quince minutos después:
- Hola, ¿la pol...Guardia Civil?
- Sí, dígame caballero.
- Pues le digo que he llamado hace 30 minutos porque han entrado a robar en casa de mis padres y me han dicho que en 15 minutos venían y hace 15 he vuelto a llamar y no han aparecido...
- No se preocupe que ahora mismo vamos.

Varias veces 15 minutos después, el señor Azul se presenta en el cuartelillo que estaba a 15 minutos andando de su casa, perdón, de casa de sus padres:
- Buenos días
- A sus órdenes, ¿que desea caballero?
- Soy el que ha llamado hace más de media hora por que están (supongo que ya no, lo mismo están comiéndose mi comida) robando en casa de mis padres.
- ¿?
- Que me han dicho que iban a ir!!
- Ya, es que no tenemos coches para ir.
- ¿Y los cuatro que hay en la puerta?
- No tienen gasolina.
- Pues vayan andando, que se tarda 15 minutos!!
- Verá usté, es que en el cuartel sólo estamos la chica que coge el teléfono y yo y no puedo abandonar mi puesto, me podría caer un puro que p'a qué. En cuanto venga algún compañero vamos a casa de sus padres. ¿Cual es la dirección?
- (Sigh) Calle de Casa de mis padres...
- Vale, en 15 minutos vamos p'allá.

Quince minutos después (de no sé que calendario ni reloj) se presenta andando una pareja de la Guardia Civil. El señor Azul estaba ya con su madre, la señora Rosa, esperando en la calle a que llegaran.
- Buenos días, ¿cual es el problema?
- Pues no sé si seguirá siéndolo... Han entrado a robar en casa de mis padres.
- Bien, vamos a ver.

Al llegar a la puerta:
- Señora, entre usté a ver si le falta algo...
- Pero oiga, como va a entrar mi madre... ¿y si todavía están dentro?
- Es que nosotros sin una orden no podemos entrar en una casa cerrada, caballero.
- Ains... ya entro yo.

Dentro de la vivienda había algo de desorden pero se notaba que no les había dado tiempo a robar mucho: estaba la tele, el video, el dvd, el dinero que había en un cajón, la cámara de fotos del señor Azul, el ordenador... Sólo se llevaron las joyas de la señora Rosa. Y había un destornillador encima de la cama:
- ¿Esto es suyo?
- Sí, es que cuando salimos le dejamos que se suba a la cama a esperarnos... ¡¡pues claro que no es nuestro!!
- Vale, entonces es una prueba y nos la tenemos que llevar.

Y así fue, con la mano sin guantes ni ná de ná, agarra el destornillador firmemente no fuera a ser cómplice y quisiera escaparse y después de manosearlo un rato lo metieron en una bolsa de plástico de esas con autocierre que dejan pasar un poquito de aire, no se fuera a ahogar el pobre destornillador y se marcharon. A día de hoy, el único imputado en el atraco es el destornillador, que le condenaron a trabajos forzados en el cuartelillo de la Guardia Civil.

Una historia real como la vida misma, un poco adornada, pero sólo para darle más color a la historia, concretamente azul, rosa y verde. Dedicada a mi amigo, el señor Azul.

Hasta la próxima viajeros
 
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