30 agosto 2010

Asturias, patria querida

Hola amigos viajeros

Vamos a hacer un alto en el camino de mis recuerdos de colegial y voy a contaros mis aventuras y desventuras en las mini vacaciones asturianas que nos hemos tomado mis chicas y yo este año.

Para empezar deciros que tuvimos bastantes problemas para encontrar alojamiento, sobre todo porque nos pusimos a buscarlo muy tarde, pero también porque en este santo, aunque laico, país lo de utilizar internet adecuadamente como que no está muy a la orden del día. Soy de la opinión que, si decides poner un negocio, más si es de alojamiento vacacional, lo menos que tienes que hacer es mantenerlo lo más actualizado posible, al menos en cuanto a fechas de disponibilidad se refiere. Pues bien, después de buscar alojamientos por fechas disponibles, llamábamos para reservar y estaban ocupados, con lo que hemos perdido tiempo y dinero en mogollón de llamadas para conseguir alojamiento.

Pero por fin lo conseguimos, en un pueblecito del concejo de Llanes llamado Nueva, en un apartamento de dos habitaciones que tenía muy buena pinta por las fotos. Empezamos a hacer la lista de las cosas que nos teníamos que llevar y decidimos, dado que nuestras queridas hijas son un par de petardas a la hora de viajar, salir de madrugada para que fueran dormidas, al menos la mitad del viaje.

Así pues, el día de nuestro viaje decidimos que yo me acostaría pronto para poder dormir un poco más, pero claro, no contábamos con que María últimamente no se duerme si no es con alguien en la habitación, que Ángela no se duerme si no es después de que alguno de sus progenitores haya hecho los 10000 m obstáculos paseándola por toda la casa, y que yo no me duermo si no es con mi costillita al lado (bueno, si me duermo pero no con la misma facilidad) y menos si tengo que dormir bajo presión.

Total, que me dormí cerca de las 2 de la mañana con intención de salir a las 4 y media o así, por lo que me puse el despertador y me levanté a esa hora. Ángela decidió que era una buena hora para despertarse también y así lo hizo y, mientras terminábamos de recoger las cosas y bajarlas al coche, María pensó que no estaba bien que ella estuviera durmiendo mientras los demás estábamos haciendo cosas, así que se despertó también. Resultado final: salimos a las 6 de la mañana, con dos petardas despiertas y habiendo dormido 2 horas escasas... Menos mal que, como era de noche y no se veía nada, Ángela decidió que lo mejor que podía hacer era dormir y María al final también se durmió, a ratos, pero durmió. A las 10 y media o así, se despertó Ángela y ya estábamos cerca de nuestro destino y después de comer se quedó tranquila y pudimos hacer el viaje sin el típico llanto musical que solemos llevar.

En fin amigos, los próximos días os seguiré poniendo al corriente de nuestras andanzas por tierras asturianas. Sólo os diré que cuando llegamos, en Nueva estaban de fiesta y que mejor que los cohetes para celebrarlo. María estaba entre asustada y acongojada, mientras que Ángela, por alguna razón sexual (vamos, por jod...er) decidió echarse un sueñecito hasta la hora de comer.

Hasta la próxima viajeros

2 Reseñas:

Gildo Kaldorana dijo...

Bueno, primero decir que sois afortunados, cuando casí todos estamos con el sindrome postvacacional, vosotros las empezais.
No cabe duda que comenzar las vacaciones tiene su trabajillo, y si encima hay niños, pues eso, más faena.
Que lo paseis bien.
Saludos.

Kartlingas dijo...

Pues no querido viajero, como muchos otros, nosotros estamos a punto de sucumbir al síndrome post-vacacional, estas aventuras os las cuento a mi vuelta de vacaciones.

Muchas gracias por acompañarme.

Saludos

 
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