10 mayo 2010

I'm so tired

Hola amigos viajeros

"Menuda sorpresa!!" estaréis pensando algunos. Lo sé, he descuidado un poco bastante mis paseos últimamente, pero el trabajo y mis hijas están acabando conmigo poco a poco, como el tabaco y, aunque no tengo prisa por morir, no me seduce la idea de seguir así mucho tiempo. Menos mal que ambos inconvenientes son temporales: el trabajo espero que pronto me de un descanso y mis hijas... bueno, probablemente hasta dentro de 60 o 70 años no me dejen descansar, pero como dice el refrán, "sarna con gusto, no pica".

Por fin, después de 4 fines de semana currando y después de 4 largas, larguísimas semanas, con jornadas de 12, 13 y 14 horas, por fin, he tenido un fin de semana casi completo. Y digo casi porque para mi el fin de semana empieza el viernes a las 3 de la tarde cuando salgo de trabajar y acaba el lunes a las 6 de la mañana cuando me levanto, pero este empezó el viernes a las 11 de la noche, que es cuando salí de trabajar. No me lo podía creer, dos días completos de... ¿descanso?

El sábado celebramos el cumple de mis sobrinas, que había sido el jueves y no pude ni felicitarlas. Para celebrar que cumplían 10 años, después de la comida me quede frito en el sofá con toda la familia alrededor... vamos, lo que se dice el alma de la fiesta no fui. Encima, María la pobre está con una tos que cada vez que tose se descuajaringa toda ella, con lo que la puse una vez delante de la ventana para que le diera el aire fresquito y respirase un poco mejor, que dicen que eso ayuda. Ayudar a respirar no sé, pero que ayudó a que me encuentre en el estado catarril en el que me encuentro, seguro. Para rematar la faena, por la noche, María decidió, uhm, como decirlo, compartir con su padre la cena que se había tomado media hora antes. Más que con su padre, con el pijama de su padre, lo cual también debió contribuir a mi actual estado catarril.

Ayer domingo el clima se hizo mi aliado para no salir de casa y estuvimos tan tranquilitos, disfrutando de mis niñas y haciendo absolutamente nada, salvo la comida, que me gusta y me relaja un montón cocinar, y como Elena siempre me dice que me sale de rechupete, pues tampoco me viene mal una subida de moral. Por la tarde, tarde, me llevé a María a ver a sus tíos y aprovechamos que cerca de la casa de mi cuñado Diego hay un ¿estanque? artificial con patos para que María entrase en contacto con la naturaleza salvaje (por llamarla de alguna manera).

Bueno, no me habéis preguntado por el título del paseo de hoy. Supongo que os habréis imaginado que, dado el comienzo del mismo, hace referencia al cansancio que tengo y acumulo y, en ese caso, habréis acertado. Pero además es una canción de The Beatles que John Lennon escribió tras una noche de meditación transcendental, o al menos eso es lo que dice al respecto la Wikipedia.

Hasta la próxima viajeros
 
Subir