15 marzo 2010

Pensamiento y memoria

Hola amigos viajeros

Bueno, a pesar de que digo que no tengo tiempo, aprovecho la más mínima ocasión para escribir y dar pie a mis compañeros del curro para que me digan que luego digo que no tengo tiempo y sin embargo escribo, leo blogs, juego a la psp (vale hace tiempo que no), leo comics (vale, hace más tiempo aún que no)...

Hoy mi mejor amiga cumple años, no diré cuantos para que no diga que soy indiscreto, pero unos cuantos si que cumple :D La conocí hace más de 10 años, cuando llegué a la sede de Unión Fenosa en la calle Lérida a hacer una entrevista de trabajo y le pregunté por la persona que me iba a hacer la entrevista. Unos días después la volví a ver cuando me incorporé al curro y durante casi un año no cruzamos palabra, quizás porque estábamos en plantas diferentes, quizás porque soy muy tímido. Pero esa falta de contacto cambió, se convirtió en mi confidente en una época en la que lo estaba pasando realmente mal, en la que me planteaba cambiar radicalmente mi vida y, siendo como soy un poco cobardón ante los cambios, no me atrevía a dar el paso. Finalmente di el paso, no por ella, o al menos no sólo por ella, sino por mi, porque decidí ser egoísta por una vez en mi vida (bueno, una de las pocas veces) y decidí que tenía que intentar volver a reencontrame con la felicidad, a la cual llevaba varios años sin ver.

Mi mejor amiga se convirtió en mi muy mejor amiga y comenzamos a salir juntos y, sin darnos cuenta, 6 meses después nos fuimos de vacaciones y ya no volvimos a separarnos. Tres años después nos casamos, a pesar de que ella siempre había dicho que no se casaría, y 8 años después se vino a vivir con nosotros María y un año después se vino Ángela. En estos años, no todo ha sido de color de rosa: mi muy mejor amiga ha pasado por varias operaciones, ambos hemos sufrido pérdidas muy queridas... pero puedo decir sin temor a equivocarme que, hasta ahora, todos los años que he compartido con ella han sido los mejores de mi vida y estoy deseando que transcurran, al menos, otros tantos.

Y una vez más, y no será la última, os preguntaréis a que viene el título del camino con el camino recorrido. Pues bien, hace unos años, leí "El tapiz de Fionavar", de Guy Gabriel Kay, una novela de narrativa fantástica protagonizada por 5 canadienses (él es canadiense) que viajan a un mundo paralelo. En dicho mundo paralelo cada uno de los 5 personajes vive su particular aventura y se convierten en personajes relevantes de dicho mundo. Uno de ellos, Paul Schafer, se convierte en el señor del Árbol de Verano y tiene, entre sus poderes, a dos cuervos: Pensamiento y Memoria, que le ayudan a combatir al mal que se levanta en Fionavar. Dichos cuervos aparecen en la mitología escandinava, como los cuervos (Hugin y Munin) que traían a Odín noticias del mundo mundial.

El cuervo Pensamiento siempre está conmigo hablándome de mi muy mejor amiga y, días como hoy, el cuervo Memoria se aviene a refrescarla con la frescura de los momentos vividos junto a ella y que, discretamente, comparto con vosotros. Mi mujer dice que tengo mala memoria, pero no es cierto: simplemente guardo lo que es realmente importante y el resto se lo encomiendo al cuervo para que me lo guarde y me lo devuelva cuando a bien tenga.

Hasta la próxima viajeros
 
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