11 octubre 2009

Las buenas costumbres

Hola amigos viajeros

Se nota que está siendo un fin de semana relajado y que mañana, afortunadamente, podremos descansar un día más. A ver si me da fuerzas suficientes para llegar al próximo fin de semana largo, el 9 de noviembre y en ese sí que tengo que recargar las pilas a tope, que si para entonces no ha llegado Ángela, poco le ha de faltar, y tengo que estar descansado para la que se avecina.

Entre las cosas buenas que estoy haciendo este fin de semana, además de disfrutar de la compañía de Elena y de María, que las tenía un poco abandonadas a las pobres con tanto trabajo, es haber disfrutado de una tarde noche con nuestra amiga Inma, y charlar sobre asuntos varios sin más objetivo ni placer que estar juntos. Es que hacía mucho tiempo que no pasábamos una tarde-noche así, entre sus compromisos y los nuestros. Y aunque estuve liado viendo cómo podíamos migrar su blog a uno más personalizable, conseguí seguir las conversaciones y, lo más importante, no dormirme, porque siempre que íbamos a su casa, nos daban las tantas con una copa en la mano y yo dormido en su sofá. Ay, si es que donde hay confianza, doy asco.

Lo malo es que, como salimos tarde de su casa, tuvimos que dejar a María a dormir con sus abuelos y, cuando esta mañana he ido a buscarla, me he tenido que volver porque había carrera popular, aunque por más que he mirado no he visto a Rajoy ni a Gallardón por ningún lado, con lo bien que hubiera venido que corriesen para promocionar las olimpiadas de Madrid 2016... o 2020... o vete tú a saber.

Otra de las cosas buenas que me han ocurrido es el reencuentro con antiguos caminantes: me han encontrado mis antiguos compañeros de la EGB y, la verdad, es que me ha gustado mucho volver a saber de ellos. Ya sabía yo que el hacerme social iba a tener sus recompensas.

Hasta la próxima viajeros

1 Reseñas:

Inma dijo...

Tu lo has descrito, amigo "sin más objetivo que el placer de estar juntos". Un gusto, la verdad y si desde luego te haces mayor, empiezas a dormir menos... aguantaste el tirón sin ninguna cabezadita, claro que la variable portatil, antaño no existía o lo tenía guardado, hasta que una amiga amablemente me sugirió que lo rescatara del maletín.

 
Subir