02 julio 2009

El camino de la vida

Hola amigos viajeros

Dicen que los olores son uno de los más poderosos estimulantes de la memoria y que consiguen que las personas recordemos momentos de nuestra vida que estaban al fondo de nuestro particular baúl de los recuerdos. Creo que en alguno de nuestros anteriores paseos he hecho referencia a este fenómeno, pero como no huelo lo que escribo no lo recuerdo :D

El caso es que, al igual que los olores, la música también me sirve para acceder a mi "pensadero" y recuperar recuerdos que tenía, si no olvidados, sí tapados con otros muchos recuerdos. Y como mi cuñado está de vacaciones y no leerá esto hasta su vuelta, aprovecho para titular el paseo de hoy como la canción que ha desencadenado la recuperación de recuerdos.

No sé si ya os he comentado alguna vez y si no lo hago ahora, que de pequeño pasaba los veranos en Asturias, concretamente en Gijón, con mis abuelos paternos, hasta que cumplí 10 años y mis padres alquilaron un piso en Soto del Real, cerca de La Pedriza, alquiler que duró como unos 14 años, más o menos. De esa época recuerdo pocas cosas, lo que es normal dada mi escasísima memoria. Pero años después, en el verano entre 2º y 3º de BUP, fuimos a pasar unos días a Gijón para ver a mi tía y mi primo y ese verano fue el primer año en que fui de discotecas, pubs y demás antros del bebercio.

Pues bien, amigos viajeros, el primer pub que visité tenía un pantallón en el que salía el video de la canción Walk of life, de Dire Straits y me impactó tremendamente, primero por el tamaño de la pantalla, por el volumen de la música y por que, si no me equivoco, era uno de los primeros videos musicales que veía. Al final fue un verano estupendo, con amigos muy divertidos y poniendo de mi parte para que todos se rieran, creo que más de mi que conmigo, porque verme cantar en el autobús de vuelta una canción de Duncan Dhu, o hablar con los peces del río tras una visita a un merendero para degustar unas tortillas paisanas, empujándolas con unas cuantas (muchas) botellas de sidra natural... me imagino que, cuando menos, risa provocaba.

En fin, desde entonces me gustan mucho Dire Straits, la sidra natural y cantar, por muy mal que lo haga, y no me gusta nada la música alta (nunca lo ha hecho) ni las discotecas, por muy bien que me lo pasara, prefiero los pubs.

Hasta la próxima viajeros
 
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