14 mayo 2009

Viejos hábitos

Hola amigos viajeros

Esta semana he salido poco a caminar. Ha sido una semana extraña, con bastante trabajo, en la que no he encontrado tiempo para pasear un rato con vosotros. Hoy, mientras espero que abran el taller para cambiarle el aceite al coche y las ruedas traseras, aprovecho para salir a respirar aire puro. Siempre he oído (y repetido) que los seres humanos somos animales de costumbres: tendemos a hacer las cosas de la misma manera, a ir a casa por el mismo camino, comer y dormir a la misma hora... Y nos es, por lo general, difícil desprendernos de hábitos arraigados.

Esta semana me han leído mi "evaluación del desempeño" en la que se nos dice si en nuestro trabajo cotidiano hemos sacado un Progresa Adecuadamente o un Necesita Mejorar. La verdad es que ni una cosa ni la otra, pero entre las cosas que se me decía, se me achacaba que no dedicaba el tiempo suficiente (¿necesario?) a mis compañeros cuando venían a preguntarme. Creo que quién me conoce un poco, podrá desmentir semejante afirmación y de hecho, ayer me ocurrió algo que desdice totalmente esta crítica en mi trabajo.

Desde que hace unos meses me cambiaron de proyecto, estoy realizando más labores de gestión que de desarrollo y me dedico más a decirle a los demás lo que tienen que hacer que a hacerlo. Ante un problema que surgió ayer, busque, en consenso con mi jefa y con mis compañeros, cuál era la mejor forma de solucionarlo y nos pusimos a ello. Por la tarde tarde, me llamaron los consultores que están analizando la aplicación para decirme que había una cosa que no iba a funcionar porque no lo estábamos considerando correctamente; lo estudié y le dije que era solucionable a corto plazo (2-3 días) pero cuando hablé con mi jefa me dijo que no lo hiciera porque, en su momento, la misma persona que me decía que no funcionaría por un error nuestro le había dicho lo contrario en cuanto a las consideraciones que estábamos teniendo en cuenta y me dijo que no había que darles tantas explicaciones.

Me ha costado 2 años tener un poco de mano izquierda (otra cosa en la que he sacado NM) para, ante la llegada de un marrón que no era ni mucho menos responsabilidad nuestra, poner buena cara e intentar solucionarlo lo antes posible y ahora, ante la misma situación, resulta que tengo que volver a decir que no se puede hacer y que hay que estudiarlo y analizarlo y planificarlo y... Siempre que un compañero, sea jefe (salvo uno) o no, viene a pedir mi ayuda, dejo lo que estuviera haciendo para atenderle, y ahora me vienen que no tengo que hacerlo. Mira que me he leído el librito ese de Quién se ha llevado mi queso y mira que me gusta el queso, pero estos cambios de conducta me cuesta mucho asimilarlos, más que nada porque se deben a politiqueos estúpidos que no nos llevan a ninguna parte.

En fin amigos, creo que viene al pelo la cita de Ernest Hemingway que decía que no debemos tomarnos la vida demasiado en serio, al fin y al cabo, no vamos a salir vivos de ella.

Hasta la próxima viajeros
 
Subir