04 mayo 2009

Popurrí

Hola amigos viajeros

Curiosa es la palabra que da título a la caminata de hoy. La he elegido porque, al principio, iba a hablar de todo un poco y no estaba seguro de como se escribía, ya que recordaba haberla visto escrita como "potpurrí" en alguna tienda de cachivaches decorativos como "Casa" o "A loja do gato preto". Mirando el diccionario de la RAE he visto que viene del francés pot pourri que significa olla podrida, contundente guiso burgalés a base de alubias y morcilla de la villa en cuestión.

Este fin de semana, en el que se juntan el día del trabajador y el día de la madre, hemos estado con los amigotes de celebración de cumpleaños de Javi en El Álamo, famoso por sus sardinas asadas y su feria medieval. La última vez que estuvimos, el pueblo tenía jaleo pero no como este sábado, que un poco más y no nos dejan ni entrar de como estaba de lleno. La verdad es que pasamos un día estupendo, tanto por el tiempo como por la compañía, disfrutando de pequeñas cosas como las charlas intrascendentes o un café con pastas. Ah, y además me sirvió para darme cuenta de que los 38 no están sentando muy bien, físicamente, a la chiquipandi: Manolo, medio lesionado de la rodilla lo que no le impidió correr la maratón de Madrid, aunque sí hacer el crono que buscaba; Javi con muletas y de baja; yo con la espalda y mi lumbago...

Una de las que mejor se lo pasó fue María, que estaba rodeada de lo que más le gusta: niños, un perro y adultos deseando cogerla. Creo que tiene un pequeño problema, lo que no sé si es de identificación o de recochineo. La puñetera no hace más que llamarme mamá, y yo me paso el día, como buen freak que soy, como Darth Vader: "hija, yo soy tu padre". Cada vez que me llama "mamá" y le digo y repito "papá papá papá", se parte de risa. Estoy seguro que lo hace adrede para reírse, lo que no tengo claro es si se ríe de mi o conmigo. El caso es que pasó un sábado estupendo y, si no me equivoco, fue la primera noche que ha dormido 11 horas, casi casi casi del tirón, llorando un par de veces porque había perdido el chupete.

Y como colofón, ayer tuvimos comida familiar en casa de mis suegros en la que, además de mis sobrinos Alberto y Clara (lo siento por sus padres pero, habiendo niños, los padres estamos en segundo plano), faltó el arroz de los domingos que Milagros sustituyó con carne asada y unos gambones a la plancha estupendos, y no lo digo porque ayudara a prepararlos. María volvió a pasar un día estupendo con sus primas y disfrutó del paseo de vuelta a casa viendo todas las cosas que hay en este mundo y que le llaman tanto la atención.

Ha sido un largo y cálido fin de semana en el que hemos disfrutado, como cuenta mi amiga Inma en su blog, de las cosas que hacen que la vida merezca la pena. Espero que vosotros también hayáis tenido un buen fin de semana y hayáis, por lo menos, descansado.

Hasta la próxima viajeros
 
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