30 abril 2009

Lenguaraz

Hola amigos viajeros

El diccionario de la RAE define lenguaraz como "Deslenguado, atrevido en el hablar" o también, aunque ya en desuso, "Que domina dos o más lenguas". Quién me conoce sabe que, por lo general, suelo ser más bien callado y poco "deslenguado" y, por lo que respecta al dominio de dos o más lenguas, hablo el castellano y mal, chapurreo el inglés lo mejor que puedo, cuando viajo por Italia intento descolgarme con alguna frase en italiano que, como decía el anuncio, "è molto facile e divertente" (perdón si no lo escribo bien, que sé que desde Italia alguien me lee) y cuando paso por Francia, no me saques de "bonjour", "bonsoir", "pardon" y "merci", así que no se me podría definir como lenguaraz.

Sin embargo sí que soy "atrevido en el hablar" cuando no debo. Todos los años por estas fechas mi empresa, cual colegio, nos suele dar la evaluación de como te has portado el año anterior lo cual repercute directamente en la posible subida salarial y evolución profesional para el siguiente año. Todos los años hago propósito de enmienda de no hablar más de la cuenta en estas fechas en las que, si bien ya están las decisiones tomadas y no hay vuelta atrás, no conviene decir lo que pienso para no perjudicarme. Y todos los años, voy y tropiezo en la misma piedra y suelto por mi boca todas las palabras que he ido acumulando en el año y no he dicho, por lo que todos los años me toca hacer acto de contrición y pedir perdón por mis pecados.

Ayer, después de que mis compañeras me dejaran tirado por segunda vez a la hora de la comida, bueno, más bien del café de después de la comida, me fui a comer con mi jefa. Aparte de echar por tierra mi reputación como empleado pelín rebelde debido a esta confraternización laboral, me dio por comentar lo que pienso del actual sistema de evaluaciones y de los problemas que me acarrea el que la comunicación de la evaluación se alargue, teniendo en cuenta la situación actual de crisis, los rumores de subidas 0 para los empleados y subidas astronómicas para los mandamases de la empresa, los cuales ya ganan cifras astronómicas...

El caso es que miro atrás, veo el camino recorrido en estos 10 años que llevo trabajando y observo que he conseguido más bien poco para el esfuerzo que he dedicado y, año tras año, hago borrón y cuenta nueva pensando que ese año mis responsables se darán cuenta de que trabajo bien y me lo recompensarán y, año tras año, escucho lo de "sigue así y ya verás como el año que viene verás la recompensa", acabando con mis ilusiones laborales igual que cuando los Reyes Magos no me traían el juguete que había pedido.

En fin amigos, por mi parte prefiero seguir teniendo suerte en mi vida personal, aunque se me lleven los demonios con estas cosas y al menos mañana podré celebrar que trabajo, lo cual no pueden hacer, de momento, 4 millones de españoles. Veremos cuantos no lo celebran el año que viene.

Hasta la próxima viajeros

1 Reseñas:

Unknown dijo...

A veces es mejor tener suerte en la vida personal que en la vida laboral, porque cuando ésta ultima se acaba, te quedas sin nada, vacío...así que date con un canto en los dientes por tener una mujer maravillosa, una hija preciosa y un bebito en camino...amén de toda la familia mas que tienes...por cierto, espero que este año le hagas un buen regalo a Elena, porque si noo....

 
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