Este largo cansancio

Hola amigos viajeros

Ayer día 20, María hizo 11 meses y se nos han pasado como si hubieran pasado 11 minutos. A veces me asombro de lo que ha cambiado cuando miro fotos de cuando tenía unos dos meses por ejemplo, que era un retaquito en mi regazo o de esta Navidad. Está hecha un auténtico bichejo.

Ya he comentado con algún que otro amigo, incluso puede que lo haya hecho en alguna caminata pasada, que los 38 me están sentando fatal, no por el hecho de cumplir años, eso nunca me ha preocupado más que nada por que no soy vanidoso y porque no soy de los que piensan que cualquier tiempo pasado es mejor, sino porque desde que ha empezado el año estoy hecho polvo, no hay día que no me levante y me duela algo.

Aunque llevaba tiempo arrastrándolo y sé que es por motivos posturales, he tenido que ir al fisio varias veces ya porque mi espalda me ha estado doliendo bastante. El otro día estábamos paseando y nos paramos a saludar a una prima de Elena y al echar a andar la rodilla izquierda me empezó a doler porque sí y me está dando más lata que de costumbre. Llevo unos meses sin montar a caballo porque, además de que el tiempo no ha acompañado, he estado con una especie de tendinitis que me empezó en el tobillo izquierdo y me fue subiendo hasta el gemelo, supongo que de andar mal por el dolor del tobillo. Hoy vuelve a dolerme la espalda un poco por encima de las lumbares, no sé si por una mala postura al dormir, si por un esfuerzo cogiendo a María o a alguno de sus primos...

Encima hoy mi jefa me ha estado dando ánimos... Como jefa es estupenda, con sus cosas como todos los jefes, pero la verdad es que es buena jefa, pero como cheerleader no se podría ganar el pan: "si estás así con uno ya verás con dos, cuando no llora uno llora otro, cuando no está enfermo uno lo está el otro..." Vamos, lo que necesitaba para decidirme a ir al especialista a ver que opina. Lo que no sé es a que especialista ir, si irme a Lourdes o a Fátima...

Creo que voy a empezar por pequeñas cosas. Para empezar voy a utilizar el regalo de cumpleaños que me hicieron los amigotes y que consiste en un tratamiento en un balneario urbano en el que ya estuvimos una vez y, la verdad, está bastante bien para la media de balnearios urbanos en los que he estado. Cuando tenga unos días, Elena haya dado a luz y podamos dejar a los dos peques con alguien, intentaré que me reciban en Caldea, con su saunita, su bañito turco, su bañito de pomelos, su jacuzzito...

Por cierto, como el otro día mi cuñado me lanzó indirectamente una acusación muy directa acerca de intrusismo por poner referencias a canciones, hoy el título de la entrada se debe a un poema de Gabriela Mistral que podéis encontrar, entre otros sitios, aquí. Espero que para este largo cansancio del que habla el poema nos quede aún muuuuuuucho camino por recorrer juntos ;D

Hasta la próxima viajeros