Ya sé que hoy precisamente no hace un día gris, pero para mi sí que lo está siendo. No por nada en particular, sino porque hay días como hoy, en los que no he descansado bien o voy acumulando cansancio, porque tras luchar en el trabajo para que las cosas se hagan bien te encuentras con actitudes tozudas, no consigues avanzar... y todo hace que esté un poco más pesimista.
Es en días como hoy en los que, lo mejor que me va a ocurrir es llegar a casa, ver y hablar con Elena, disfrutar de la inocencia de María, encontrarme con algún amigo... en definitiva, pararme a pensar que es lo que realmente tengo que valorar y que no. Habitualmente lo tengo siempre presente, pero en días como hoy lo valoro aún más si cabe.
Y es que cuando tienes bien asentado qué es realmente importante en tu vida, lo demás se va encajando sólo y deja de preocuparte. Es como ponerte a cocinar: primero hay que saber que quieres preparar; luego hay que escoger los ingredientes para hacerlo, lavarlos, cortarlos...; luego se pone la sartén, se hecha aceite y se van añadiendo los ingredientes en el "orden" adecuado, poniendo primero lo que más va a tardar, lo que va a formar la base... y mientras se va haciendo una cosa, vas recogiendo lo que has usado, vas preparando otro plato, pero sin perder de vista el plato base. Y cuando te quieres dar cuenta, has terminado y has conseguido un plato, que habrá salido mejor o peor, pero hecho con mucho cariño.
Me viene a la memoria una asignatura llamada "Operaciones Básicas" que tuve en la carrera, cuyo objetivo era la comprensión del funcionamiento y de los fundamentos de diseño del equipo que se utiliza en los procesos industriales, dividiendo las tareas propias de una industria alimentaria en tareas independientes entre sí: congelación, evaporación, destilación, limpieza... Cada una por separado ya es prácticamente una industria y la cosa se complica cuando tenemos que ponerlas todas juntas, pero tratándolas de una en una y ejecutándolas en el orden preciso, conseguiremos que todo funcione de una manera más o menos fluida
Creo que son dos buenas metáforas de como tenemos que encajar las cosas en la vida, con pequeñas tareas, pequeños pasos, que nos lleven al final del día a que nuestro mundo haya encajado todas las piezas.
En fin, para estar un poco alicaído creo que os he dado un mensaje optimista.
Publicar entrada
Un saludo viajeros
0 Reseñas:
Publicar un comentario