01 marzo 2009

La insoportable levedad del tiempo

Hola amigos viajeros

Hoy ha sido el cumpleaños de mi cuñada, que ha llegado a la respetable edad de los 40, edad en la que dejas de ser un "añero" para convertirte en un "tón", o sea, dejas de ser veinteañero o treintañero para pasar a ser un cuarentón y luego un cincuentón y...

Esto, unido a que, sin ánimo de que parezca una queja, últimamente siento que las semanas son algo así como un fluir continuo de días iguales en los que lo único que hago es trabajar e intentar dormir y, en el poquito tiempo que queda, disfrutar de mis chicas, lo que hace que me sienta un poco desorientado. En serio, incluso los fines de semana parece que cada día es igual al anterior, y llega un momento en el que no sé prácticamente en que día vivo. No sé si serán cosas de la edad (vale, ha sonado a Modestia Aparte, que le vamos a hacer) pero el caso es que no me siento mayor, más bien cansado, aunque sé que la "culpa" la tiene mi hija María, que es de hábitos nocturnos.

Ya sé que el tiempo es un constante fluir de pasado a futuro, en el que el presente no llega nunca a ver la luz, pero me gustaría que el tiempo pasase un poquito más despacio, como cuando eramos pequeños y contábamos: "a la de una... a la de dos... a la de dos y un cuarto... a la de dos y medio..." y así parecía que el tiempo se alargaba un poquito y de esta manera podría disfrutar un poco más de las cosas que realmente me importan.

Supongo que es lo que tiene hacerse mayor: cuando era pequeño, el curso académico se me hacía eterno y cuando llegaban las vacaciones de verano era como tener un año de vacaciones. Ahora veo como ha pasado un año y medio desde que nos enteramos que íbamos a ser padres y me ha parecido un instante, un grano en el reloj de arena de mi vida. Lo mismo me pasa en mi relación con Elena: aunque llevamos ya 8 años y pico (sé cuanto es el pico, pero así le hago de rabiar un poco) se me ha hecho cortísimo y sólo espero duplicar, triplicar, cuatriplicar... el tiempo que vayamos a pasar juntos.

En fin amigos, disfrutar del presente inexistente que el futuro ya está llegando y cuando queráis verlo ya habrá pasado.

Hasta la próxima viajeros
 
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