30 enero 2010

Cambiar el chip

Hola amigos viajeros

Ya sé que últimamente apenas he parado por aquí, pero ando muy liado, primero en el trabajo, y sobre todo en casa, y eso que Elena se hace cargo de las niñas muchas veces para que yo saque algo de tiempo, pero como estoy en plan decorador de Reforma Sorpresa, venga a cambiar el diseño del blog para el primer aniversario, pues no saco mucho tiempo para salir a pasear y garlar un rato con vosotros. Y si encima le añadimos que no tengo internet en casa para que contaros.


Hoy tenía que haberos enseñado el nuevo diseño del blog, pero la gastroenteritis ha llamado a mi puerta y no ha sido posible, así que vengo a hablaros de mi compra de naranjas por internet. El otro día, en el programa Comando Actualidad, hablaban de iniciativas que se están llevando a cabo por parte de agricultores, pescadores, ganaderos... para intentar vender sus productos directamente al consumidor final y así ganar más dinero por sus productos sin que repercuta en el bolsillo del sufrido consumidor. El programa lo pillé empezado y todavía no he tenido tiempo de conectarme a la página web para verlo, pero sí que vi la iniciativa de unos "marisqueiros" (si no se dice así, pido perdón de antemano) para vender sus productos directamente al consumidor y de un agricultor de Valencia que envía naranjas, mandarinas y limones directamente del árbol a la casa del consumidor.

Como ya me pasara hace años viendo un capítulo de la serie Papa Comandante, en el que el clan familiar iba a recoger melocotones a troche y moche, después de ver el programa (y el capítulo de marras) se me antojó probar las naranjas de este buen señor e hice mi pedido on-line el lunes, el martes recogieron las naranjas y el miércoles estaban en casa. No sé si será mucho más caro que comprar naranjas en la frutería, pero por la fruta que he comprado últimamente:
- la calidad de estas naranjas está a años luz de las que he comprado últimamente, por no decir nunca, pero tampoco es cuestión de exagerar
- no he tenido que pagar nada por adelantado hasta que he recibido las naranjas y las he probado, momento en que he ido corriendo a hacer la transferencia, que el que paga descansa (y el que cobra, más)

Todo esto, junto con las últimas experiencias comprando en ebay, me llevan a pensar que lo que tenemos que hacer en este país es cambiar el chip para que iniciativas como la de estos agricultores y pescadores sean más comunes y la gente pierda el miedo a que le timen. Probablemente seamos uno de los países que menos utilizan la compra on-line, quizás también porque el timo de la estampita sigue presente en muchos corazones, pero tenemos que intentar cambiar para poder escapar de esta maldita crisis. Además todos saldremos ganando, el consumidor final por tener productos de buena calidad a mejor precio, y los productores por conseguir que les paguen mejor sus productos al no pasar por intermediarios.

Por cierto, se me olvidaba, el sitio donde las compré es La Mejor Naranja. Espero que os animéis y lo probéis. Y si sabéis de más sitios de este estilo decídmelo, que por probar no se pierde nada. Espero que en el próximo paseo ya podáis ver el nuevo diseño del blog.

Hasta la próxima viajeros
 
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